La primera me dice que siempre había pensado en mí como en el padre perfecto. La segunda me acaba de llamar cínico. Ambas tienen razón y nunca se conocen.
Treintañero de moral dudosa que en sus ratos libres combate el nihilismo jugando al Super Mario Galaxy con su sobrina de dos años. Ahora le matan siempre, pero en su época se pasó todos los jefes finales de la adolescencia con cinco duros.
Marbella (España).
Post office
Si eres mujer, nihilista, te gustan los videojuegos y estás jugando con tu última moneda. Si eres hombre y te llamas Mitsurugi.
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