Ni hombre ni mujer: un ser humano no vale nada si no es capaz de dar razones de sus actos. No basta con que nos guste una película: tenemos que explicitar las razones que nos han llevado a ella; ni es suficiente con creer en una política: hay que saber defender la bondad de su ideología. Sin embargo, dar cuenta de sí mismo, exponerse, es el primer paso para verse rechazado. No es de extrañar por tanto que hoy esté tan de moda tener opiniones, opiniones que, como bien dijo el vaquero Eastwood, son como el culo pues todo el mundo parece tener una.
Todo lo valioso que existe en el mundo ha sido expuesto y discutido en el pasado. La historia del hombre es el relato de un sacrificado intercambio de ideas, a veces más sacrificio que real intercambio. Son los poetas oscuros los valedores de esa forma de razonar cobarde y subdesarrollada llamada "opinión", ¿ y qué puede esperarse de los poetas sino vanidad y miseria?. ¿Que puede en fin esperarse de una cultura que se construye y se basa en la "opinión síngular" de algunos de sus dirigentes,donde se hacen "sondeos de opinión" para conocer las intenciones de voto, donde los medios se denominan a sí mismos "medios de opinión", donde se provoca a los ciudadanos para que "den su opinión", donde se está siempre pendiente de la "opinión pública" y donde la fórmula pactada para cerrar los debates es siempre la misma ( "esta es mi opinión: respétela")?.
Esta clase de opiniones, tan civilizadas que siempre demandan respeto, habría que quemarlas primero con un lanzallamas. Quizá así ,después de consumirse, el fuego revelaría la burda razón que las anima.
Gran porvenir no puede augurarse ante esta exhibición impúdica de los gustos. Todo lo más, el mismo que siempre generaron nuestros culos: una mierda de opinable futuro.
Gran porvenir no puede augurarse ante esta exhibición impúdica de los gustos. Todo lo más, el mismo que siempre generaron nuestros culos: una mierda de opinable futuro.
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